RESULTADOS DE OBJETIVOS DEL MILENIO.

Los objetivos del milenio significaron importantes metas y propósitos que la ONU se planteó hace algunos años para resolver los problemas más importantes que aquejan a la humanidad; tal parece que ha llegado el momento de evaluar esta declaración hecha hace poco más de 10 años, es tiempo de darnos cuenta si se ha logrado un avance, retroceso o estancamiento.

Antes de iniciar con la breve evaluación, resulta importante recordar cuáles fueron los objetivos que se plantearon en tan ambicioso plan: erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer; reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; fomentar una alianza mundial para el desarrollo.

De acuerdo a los datos y estadísticas que se presentan en el reporte elaborado por la ONU, es notorio que, a pesar de que se han tenido ciertos avances en cuanto a los objetivos y metas planteados, para el 2015, año límite para cumplir lo señalado, no se cumplirán las expectativas de avance en los distintos rubros señalados.

 Es notorio que diversos factores (crisis económicas, guerras, persecuciones, discriminación, etc.) han contribuido a que no se haya logrado un mejoramiento en el nivel de vida a nivel mundial; también es palpable darnos cuenta de que el área que aún sigue siendo la más afectada y rezagada es África, en donde, a pesar de todos los esfuerzos realizados, aún la gente sufre por los mismos problemas que los han aquejado desde hace mucho tiempo.

Como había mencionado anteriormente, no basta con proponer soluciones para sacar al mundo adelante y no está en manos de una sola persona o institución mejorar la situación global; sólo lograremos tener un mejor mundo si todos cooperamos y, principalmente, nos convencemos de que sí se pueden solucionar (parcial o totalmente) los problemas a los que nos enfrentamos día tras día.

Nosotros los jóvenes podemos empezar a hacer muchas cosas por el mundo, pero no sólo es responsabilidad de los jóvenes, sino de todos los que habitamos el planeta, sin excepción alguna. Es tiempo de ocuparse y no sólo de preocuparse; el cambio debe empezar a generarse.