martes, 29 de marzo de 2011

LAS MÚSICAS DEL 98: (RE)CONSTRUYENDO LA IDENTIDAD NACIONAL.

La música forma parte importante de nuestra vida diaria, nos sirve para relajarnos después de un día lleno de actividades y para todos los fines que nos podamos imaginar; la música ha tenido un papel muy importante para la civilización.

Desde mi punto de vista, la formación de nuestra identidad es un aspecto fundamental y determinante para nuestra vida; la identidad es lo que nos diferencia del resto de las personas, nos hace únicos; en la formación de la identidad intervienen diversos factores y considero que la música es uno de ellos.

No sólo se puede hablar de factores que determinan la identidad de cada persona, sino también de acciones que demuestran lo que somos, como quiénes son nuestros amigos, la forma en que nos vestimos, la manera en que hablamos, incluso el tipo de música que es de nuestro agrado.

La música es más que un conjunto de sonidos arreglados de forma armónica, refleja distintos sentimientos, actitudes, situaciones en las que nos podemos llegar a encontrar no sólo a nivel individual, sino también a nivel social; ha sido una forma de expresión desde tiempos muy antiguos.

La música ha servido también como identidad nacional, cada país tiene su propio estilo de música con el que cada habitante se reconoce como ser perteneciente de un país, y no sólo se diferencian entre ciudadanos, también entre naciones. La música puede llegar a transformarse en protestas contra los sucesos que nos disgustan.

Hablar de música es hablar de arte y estética, aunque en nuestros días la música ha tenido una evolución poco favorable, aún sigue existiendo aquélla que vale la pena escuchar y con la que podemos seguir identificándonos; la música es una parte importante de nuestra identidad y cultura.

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